¿Dónde está tu corazón? Esta es un pregunta importante, porque dónde está tu corazón está tu compromiso, y ese compromiso de ahora deduce el futuro en tu vida.
Dice la Biblia, acerca del joven rico, que «cuando el joven oyó estas palabras, se fue triste, porque tenía muchas posesiones» (Mt.19:22)., en respuesta a la orden de Jesus de vender todo lo que tenía y proceder a seguirle.
Dios no esta pidiéndote que des todo tu dinero o que te quedes solo, pero por culpa de nuestras ataduras a esta vida, a las cosas terrenales, al dinero, al trabajo, a los amigos, etc., nuestra vida se limita solo a ello.
Aquí Jesús había preguntado primero al joven si había cumplido con ciertas cosas que la Ley mandaba, cosas que todo ser humano podría hacer en este momento. Pero luego fue más allá, pero no por ser un Dios egoísta o injusto, sino mas bien porque él sabe que las ataduras a esta vida nos atan precisamente al presente y no nos dejan avanzar.
¡Qué mal que el joven rico se haya ido, porque se perdió lo mejor! Después de este rechazo, el Maestro procedió a garantizar a sus discípulos que quien deja todo por él recibe cien veces mas en esta tierra, y en el reino venidero la vida eterna
DESPOJATE DE LAS COSAS
Un principio importante para alcanzar victoria en la vida es acceder a despojarnos de las cosas que tenemos en las manos ahora, con el fin de obtener otras mejores, o bien, volverlas a recibir en mejor tiempo o circunstancias, según encajan mas en la sabiduría de Dios. Tenemos algunos ejemplos en la Biblia de ello:
Jesus se despojó de sus atributos divinos, pero recibió un nombre que es sobre todo nombre.
Abraham entregó a su uno hijo en sacrificio obediente a Dios, para luego volver a recibirlo junto con mayor honra.
Moises dejó los mejores privilegios de la familia real en Egipto para perseguir el llamado de Dios para su vida, pero luego se convirtió el más grande libertador de Israel.
Jose se negó una forma sucia y más automática de llegar al poder y a sus sueños, pagando un alto precio por ello, pero al final fue levantado por Dios a la máxima posición de poder.
David se negó a usar el apoyo incondicional de quienes le ayudarían a matar a Saul, pero prefirió ascender al poder de la forma correcta, llegando a ser establecido y respaldado por Dios de una forma increíble.
Las cosas que tenemos pueden llegar a atarnos, cuando toman el lugar que solo le corresponde a Dios, quien antes de darte lo que te ha prometido quiere asegurarse de ser el único motivo de tu adoración.
¿Que te ata? ¿Donde esta tu corazón? Despójate de tus ataduras y camina al futuro. No es fácil, pero tampoco difícil. Se trata de hacerlo un día a la vez.
MEJOR MANCO QUE QUEMADO
Piensa en algo que valga tanto para ti que te duela dejar. Algo rápido que se te venga a la mente. ¿Bajo qué circunstancias podrías dejarlo?
La vida cristiana, en el fondo de todo, es aprender a vivir sin ataduras a esta vida, confiando en Dios, en que él puede hacer las cosas mejores por mí. Por eso Jesus mencionaba acerca de poner la otra mejilla, de dejar la capa, de analizarte a ti antes de juzgar al otro, etc.
La vida terrenal es importante; después de todo nos encontramos en ella, y tenemos un trabajo aquí. Pero, ¿estás haciendo bien las cosas? Piensa de nuevo en la pregunta anterior. Piensa y medita ahora, yendo hasta lo más profundo de tus pensamientos.
¿Qué es ese algo que de verdad está arraigado a ti? ¡Cómo saberlo!, ¿verdad? Bueno, es algo que siempre está ligado a tus deseos, a lo que te gusta, o mejor dicho, es con lo que batallas.
Jesus, el gran Maestro de la vida, enseñaba que “si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácatelo y deshazte de él; es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te hace caer en pecado, córtatela y deshazte de ella; es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno” (Mt.5:29,30).
Y aunque aquí Jesus está hablando acerca del adulterio, y cuánto daño hace al corazón, pero aprovecha el momento para dejar en claro que un simple acto puede ser una piedra que puede hacerte caer más profundo.
Para ti, ¿qué cosas pueden hacer que “tropieces con la misma piedra”, y cometas actos tontos, que al final te harán sentir peor, mal contigo, mal con la gente que te ama, o mal con Dios?
Medita: ¿Qué tanto dolería cortarte un brazo tú mismo, o sacarte un ojo, o arrancarte un diente con unas pinzas? Tal vez, el solo hecho de pensarlo ya te ha causado dolor, ¿no? Bueno, de manera semejante, es obvio pensar que terminar con algo que te guste y a lo que estás acostumbrado te dolerá. No será fácil y llevará tiempo acostumbrarse. Pero tal como una persona tiene que acostumbrarse a no caminar después de haber corrido toda su vida, o una persona puede aprender a andar a tientas después de haber gozado de buena visión siempre, así podemos hacerlo todos nosotros, ya no por gusto, sino por necesidad.
UN RETO
¿Estás dispuesto a terminar con aquello que te hace daño? Es tu vida lo que esta en juego, es tu futuro, es tu felicidad, tu salud mental, y hasta posiblemente física. Eres tú, en toda tu esencia, lo que está en juego. Deja de pensar que los demás te verán de otra manera. ¡Aquí ya no importa eso! Eres tú y lo que anhelas de tu vida lo que está en juego. Aprende a tomar desiciones que son difíciles pero que son las buenas. “Todo lo bueno cuesta”, ¿no?
(C) 2021 Ariel Romero López
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